lunes, 27 de febrero de 2012

LA CASA Y SU MITO. Cadaqués en Cataluña


La casa, una casa, como señala Braudel, en cualquier lugar o contexto en que se halle, perdura y representa las lentitudes de las civilizaciones, de las culturas, que se obstinan en conservar, en mantener, en repetir. Los constructores de casas, los maestros de casas, los arquitectos, representan inconscientemente por lo demás, los antiguos oficios de esas culturas, como lo hicieron en Valladolid cuando reconstruyeron las casas de los ricos luego del tremendo incendio de 1564, inconscientemente representaron los antiguos oficios musulmanes.

Calle de Santa María Nº 6

 Las   Las humildes casas de pescadores en Cadaqués, contrastan bastante con las magníficas "masías" catalanas del siglo XV y siguientes, con sus bóvedas y arcos de sillería, son desde luego las masías, casas de señores feudales o campesinos que llegaron con el tiempo a ser acomodados y evidentemente casos excepcionales y de ninguna manera la única arquitectura de sus respectivas épocas.

Calle de Santa María

Según Puig i Cadafalch la casa ciudadana del siglo XI, es mas desconocida todavía que la casa rural, se la debe suponer sencilla, reducida, siguiendo la tradición romana, y estrechándose en el perímetro de las murallas, dentro de las cuales las calles estrechas serpenteaban, llenas de fango, oscuras en la noche, sombrías de día, las casas se apretaban las unas contra las otras dentro del recinto amurallado y el suelo y el aire se aprovechaban excesivamente.

Calle de Santa María Nº 13

El ancho del solar de las casas urbanas, venía fijado a veces por circunstancias especiales ya de la concesión feudal del terreno, o de las características de los materiales de construcción, en Perpignan, según Brutail, citado por Puig i Cadafalch, se fija el ancho del solar en dos "canas" y media, cerca de 5 metros, en otras ocasiones, la medida adoptada era la "monallata" medida determinada por el largo de un "monall" o viga. En Cadaqués la gran mayoría de las casas, no solamente en lo que denominamos casco antiguo, sino también en Es Poal, Port Alguer y otros sectores, están construidas en solares con un frente de 5 metros o menos.

Vista al mar desde la calle Sa Bretxa

Esta medida, bien racionalizada del largo de las vigas que bajan de los Pirineos, ha determinado y determina todavía el ancho de los solares de la mayor parte de las villas catalanas.
Calle de Sa Bretxa Nº 4

En la costa catalana y de manera general, Josep Danés manifiesta que el clima muy benigno en el invierno, si exceptuamos la tramontana, y de calores suavizados en el verano, por la brisa marina, las casas tienen sus galerías abiertas, que constituyen su mayor delicia.

Calle de Sa Bretxa Nos. 2, 4 y 6

Creo interesante señalar aquí que siendo las casas de Cadaqués, el conjunto del pueblo construido por hombres que conocían Nápoles, el golfo de Génova, el Mediterráneo occidental en definitiva, antes de conocer Figueras o incluso Barcelona, son perfectamente posibles las influencias formales, tipológicas y constructivas de otras regiones mediterráneas, luego representadas en Cadaqués, adaptando sus mejores impresiones formales y constructivas al contexto que conocían muy bien y con los materiales que dominaban, la piedra pizarra como elemento básico.

Playas: Gran, Es Poal, Es Pianc

Estas casas de pescadores hasta 1633 no tenían vidrios, pues dos viajeros observaron que hacia el sur los vidrios desaparecían de las ventanas, el vidrio transparente no apareció realmente hasta el siglo XVI y se propagó de manera harto irregular.

Parece también muy probable que estas viviendas no tuvieran estufas ni chimeneas, la extendida utilización del brasero así parece confirmarlo.

Calle Bellaire Nº 12

A pesar de lo señalado en el apartado siguiente, esta arquitectura tiene como elemento básico el espacio interior, y esto trae como consecuencia una austeridad externa, una especie de pudor, a veces incluso de negligencia por las fachadas y una tendencia vertical que es visible ya en las viviendas elementales. Hemos de destacar aquí la importancia que tiene en Cadaqués el arco adovelado, característico elemento de la arquitectura catalana, que en Cadaqués se reinterpreta con el uso de la pizarra material del lugar, arco que marca el límite y el punto de contacto entre el hogar y el cosmos, entre la vida y el mar y la montaña.

Resulta interesante reseñar la observación de Sola Morales, que la casa es el primer material de la arquitectura, el habitar de la casa no es considerado como algo estructurado y tipificado sino como un cúmulo de comportamientos, que es opuesto a la consideración formalista de que lo mas importante es la fachada o la planta, y esto naturalmente tiene relación con lo mencionado anteriormente y señalado por Cirici i Pellicer sobre las características de la arquitectura catalana y de su aplicación a la arquitectura popular de Cadaqués.

Desde el punto de vista de Anna María Dalí, hermana del pintor Salvador Dalí, estas casas, de familias de pescadores van exteriormente encaladas, pero por dentro, en muchas de ellas la cal era de un tono rosado y a veces de un tono azul, las baldosas de tierra, muy rústicas y muy difíciles de limpiar.

Los muebles del comedor consistían en sillas y una mesa de madera muy gruesa, la cocina, los fogones y el fregadero eran generalmente muy bellos porque estaban recubiertos con azulejos artesanales hermosos, muy difíciles de encontrar ahora, que se han intentado inútilmente imitar en tiempos recientes, entonces eran una cosa normal en todas las casas.

En muchas de ellas había escaleras en las que la huella estaba recubierta. En estas casas, la habitación más acogedora era casi siempre el dormitorio, una cama antigua, una cómoda antigua y unas cortinitas blancas en la ventana y esto era todo, lo cual era suficiente para darle un encanto muy especial.

Una de las cosas más sobresalientes de estas casas, eran los armarios esquineros, en los que se colocaban los regalos  que los marineros traían de sus viajes, juegos de café, cerámicas doradas, jarros, cristales, vajillas. Todo de un gusto finísimo y que han desaparecido prácticamente por las compras que los anticuarios han hecho.

Finalmente, el fuego, el alma de la casa, la leña de los bosques circundantes, permitía tenerlo encendido durante todo el invierno, siempre que se hubiera guardado la suficiente en la bodega, para que además del calor, pueda darles en todo el invierno un tono dorado y acogedor.


BIBLIOGRAFIA:

1.    BRAUDEL, Fernando. Civilización material, economía y capitalismo. Siglos XV-XVIII. Versión española de Isabel Pérez-Villanueva Tovar. Madrid: Alianza Editorial. 1984. 3 ts (e.o. 1979).
2.    CIRICI PELLICER, Alexandre. L'Arquitectura Catalana. Palma de Mallorca: Editorial Moll. 1955. 183 pp.
3.    DALI, Anna María. Miratges de Cadaqués, Barcelona: Edicions de Nou Art Thor, 1985 (Col.lecció Terra Nostra 2) 64 pp.
4.    DANES Y TORRES, Josep. Arquitectura Popular. Secció septentrional de la Comarca d'Olot. Barcelona. Imp. Casa Caritat 1919. 34 pp.
5.    PUIG I CADAFALCH, Joseph. "La casa Catalana." En Congres d'História de la Corona d'Aragó. Vol. II. pp. 1041-1060.
6.    SOLA MORALES RUBIO, Ignasi: "Teoría de la forma de la arquitectura en el Movimiento Moderno" en Arquitectura, Técnica y Naturaleza en el ocaso de la modernidad. Curso en la U.I.M.P. Madrid: Dirección General de Arquitectura y Vivienda, 1984. pp. 99-113.

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