martes, 10 de enero de 2012

ENTREVISTA EN EL DIARIO EL COMERCIO 10.01.2012

LA RED DE ESPACIOS PUBLICOS: DUDAS SOBRE LA INTENSIFICACION DEL USO DEL SUELO

martes, 3 de enero de 2012

DUDAS SOBRE LA INTENSIFICACION DEL USO DEL SUELO

Los diálogos Urbanos en la Modernidad que se llevaron a cabo en la sede del PNUD, fueron la ocasión para plantear las inquietudes que algunos arquitectos y urbanistas tenemos respecto del proceso de intensificación del uso del suelo. Esta medida se viene ejecutando desde hace varios lustros en Quito, y es contraria a estudios más profundos, más ambiciosos y a un sentido de la planificación acorde con las categorías actuales del planeamiento que se utilizan en otros países desde hace varias décadas.

Esta nueva propuesta de intensificación del uso del suelo, agresiva no solamente por las restricciones y autorizaciones que plantea, sino especialmente con los espacios públicos y los servicios de la ciudad, genera muchas dudas. Dejamos aquí apuntadas algunas de ellas, aunque la información de la que dispone la ciudadanía es muy parcial.

La primera duda es ¿porqué esta propuesta, aprobada en segunda discusión, no ha sido elevada a consulta ciudadana, a consulta pública? Es una ordenanza que afecta y de manera muy importante los derechos y obligaciones no solamente de  los propietarios de terrenos y bienes inmuebles sino muy especialmente a toda la ciudadanía.


¿Como podemos saber los ciudadanos, si esta nueva intensificación del uso del suelo tiene un correlativo incremento de las redes de agua potable por ejemplo? ¿Las tuberías existentes abastecerán de agua potable los barrios y específicamente las manzanas del núcleo urbano de Quito, que pasarán de tener 30 habitantes promedio hasta 540 o más habitantes por manzana?


¿Como podemos saber si las cañerías resistirán el incremento de aguas servidas?, o si las calles, que no se proponen ampliar, resistirán el aumento de los 7,5 vehículos por manzana que de promedio estacionan, a los 136 vehículos o más por manzana que pueden llegar a estacionar?


Que decir de los parques y espacios verdes, pequeñas unidades barriales que servían a un número tal vez adecuado de usuarios, ahora se verán desbordados por el incremento de estos, y serán a todas luces insuficientes.

El asoleamiento tan necesario en Quito, por su altura y clima, empezará a ser menor, las sombras de los edificios harán que el sol caliente durante varias horas menos, la contaminación del aire aumentará, por el número de vehículos que circularán con mayor dificultad a la ya existente.
¿Tendremos más cables en los postes de la Empresa Eléctrica Quito, que los que ahora existen? Los colibríes enredados como bien se representa en uno de los 40 quindes que se exhiben en una acera, ante el riesgo mayor, desaparecerán definitivamente.


Los precios del suelo se han incrementado en los últimos diez años en varias veces, con esta propuesta será posible construir un mayor número de pisos, al ser los precios del suelo proporcionales a esa altura, se incrementarán aún más, con Ordenanza incluida y participación municipal en la especulación.

¿Y que pasará con la forma urbana? ¿Como controlaremos que aquellos que tienen o pueden conseguir recursos puedan construir más pisos, y los que no los tienen o no pueden conseguirlos no lo hagan, presentando una ciudad sin orden ni concierto, sin los espacios calle bien definidos, sin barrios urbanísticamente homogéneos?

Otra afectación económica es que de hecho se acorta la vida útil de las edificaciones existentes, que muchas de las veces están en buen estado y cuyos propietarios se ven en la tentación de vender su propiedad como terreno, eliminando el valor de la construcción, cuestión que afecta a edificaciones bien construidas e inclusive patrimoniales, como hemos visto varios ejemplos en Quito. La especulación puede más que el respeto a esos bienes.

El Plan Especial de Reforma Interior (PERI), la afectación no indiscriminada, sino delimitada expresa y estudiadamente de ciertos barrios, sectores o unidades de planificación, en donde se aplique la reparcelación, se corrijan estas graves falencias y desviaciones que señalamos, es el camino adecuado.  Se pueden definir nuevas vías, mas amplias, arboladas, auténticos bulevares y paseos peatonales, parques en proporción adecuada al número de habitantes, obtención de espacios urbanizados de propiedad pública para los sistemas urbanos, son por ejemplo una forma de actuación más coherente, que mejore la calidad de vida y que no la deteriore como viene siendo usual en el núcleo urbano, situación que precisamente provoca también, la diáspora de los habitantes a las zonas periféricas, la calidad de vida en Quito ha disminuido, por esta intensificación del uso del suelo.

¿Que pasará entonces con los valles, ya habitados, aunque no bien urbanizados, en los cuales lo que hasta ahora tenemos es un crecimiento urbano disperso sin planificación, sin una estructura ni sistemas urbanos, se repetirán los procesos que ya se dieron en el núcleo urbano de Quito?