miércoles, 14 de diciembre de 2011

LA CONSTRUCCIÓN DE SEVILLA. TRADICIÓN Y MODERNIDAD (II)

Publicado el 30-03-11 http://blogs.elcorreoweb.es/tribunas/

Jorge Benavides Solís: Doctor Arquitecto. Profesor Titular de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla

Sevilla es fea. Hacer esta afirmación -así en general- sería una necedad. En primavera no podría decirlo ni siquiera un ciego. Pero en cambio, si se hace referencia específica a la ciudad construida fuera del tradicional recinto amurallado en los últimos cincuenta años, es distinto. En este entorno moderno por la edad y la forma de su arquitectura, resulta difícil encontrar calles o espacios bellos, agradables o al menos acogedores como son los del centro histórico porque, los técnicos y los políticos bajo la pretensión de modernidad impusieron a la ciudad: la exclusividad de los usos (zonificación), los bloques aislados repetidos hasta el cansancio (polígonos), la pérdida de la diversidad formal individualizada de los edificios, la fragmentación de las manzanas históricas, la substitución de las plazas por áreas libres abstractas, atiborradas de coches (San Pablo). Coetáneamente se ignoró la Historia y, asumiendo la declaración de Le Corbusier (1923), se mató a la calle para reemplazarla por la vía y así favorecer al coche. Todo porque el Movimiento de la Arquitectura Moderna y la Carta de Atenas así lo determinaron. Bajo dichas premisas, la relación entre tradición y modernidad no podía dar buenos resultados, menos todavía si se negaba el valor de la tradición (cultura), del entorno, de las áreas con alta densidad cultural.

En Europa recién en los años setenta se comenzó a denunciar tamaño despropósito lastimosamente persistente entre nosotros, hasta en los últimos PGOU. Según se decía, este instrumento desde su origen (1946), en lugar de ser un conjunto de planos para la construcción de la casa de todos -la ciudad- era una eficiente guía para la especulación inmobiliaria.

El PGOU asigna usos y distribuye actividades sin ninguna condición estética del espacio urbano. Pese a la experiencia negativa después de varias décadas, por ejemplo los PGOU de Marbella, de Chiclana y de otros núcleos ahora, también cumplen el papel de una guía para la legalización del incumplimiento de la Ley. A propósito: siguiendo con esta política la Junta de Andalucía, con la oposición de Ecologistas en Acción, por Decreto por lo pronto, se apresta a legalizar más de diez mil, de un total de medio millón de delitos contra la ordenación del territorio existentes en Andalucía. Ojalá se hiciera algo equivalente para favorecer a los miles de “desahuciados hipotecarios”.
En esta situación, en el ámbito arquitectónico y urbanístico, la relación entre tradición y modernidad hasta los años ochenta en Sevilla, no fue resuelta de manera adecuada aunque, entonces se contaba con un soporte teórico unitario muy preocupado por el espacio interior, la sociedad y el contenido antes que por la forma. Dicho soporte era el resultado de la confluencia de las declaraciones, axiomas y principios de los Maestros de la Arquitectura. En 1925 Van Doesburg enumeró 17. Al final llegaron a ser más de 30.

En 1977 Jenck, por primera vez habló de la arquitectura postmoderna; pero en Andalucía recién a partir de los años noventa se adoptó ese lenguaje –ventajosamente por pocos años- que recuperó artificiosamente la Historia al convertirla en un “cajón de sastre” (¿desastre?) colmado de elementos de diferentes épocas, listos para ser recreados formalmente en las fachadas: capiteles, columnas, cornisas, tímpanos, etc.

Fue así –pienso yo- como se comenzó a adjetivar la modernidad y poco a poco el arquitecto a distanciarse de la teoría para refugiarse únicamente en sus contenidos operativos, fuertemente vinculados a las marcas, a los instrumentos de re-presentación (TICs), a la imagen, al objeto individualizado, etc, llegando a la actual arquitectura icónica y “paramétrica”. No existe como antes una teoría sino paradójicamente “teorías individuales” (aparentes). El vacio producido por el –ahora- inexistente soporte teórico del proyecto, ha sido reemplazado por la analogía y la metáfora que artificiosamente lo justifican.

El proyecto Metropol-Parasol de Sevilla según su autor tiene una relación de semejanza (analogía) con los árboles de la Plaza de San Pedro. A partir de ello, el pragmatismo inmediatista prescinde no solamente del pasado (ciudad construida, cultura) sino incluso del futuro. Es más afín con la mera práctica que con la teoría; con el objeto antes que con el sujeto; con el individuo antes que con la sociedad; con el fragmento antes que con la ciudad; con los paradigmas publicitarios y empresariales antes que con los valores ciudadanos.

Pienso que estos son los contenidos implícitos en la discrepancia entre el Consejo Consultivo del COAS y algunos de sus colegiados que la prensa ha dado a conocer. El Consejo “(…) abogó por abrir un debate sobre el concepto de modernidad aplicado a la arquitectura que se está ejecutando en la ciudad en los últimos años”. Seis de los siete discrepantes coinciden en que no es oportuno ni prioritario ese planteamiento. Hay “cosas más importantes”, como “¿qué pasa con los jóvenes arquitectos que no encuentran trabajo? dice uno de ellos. “Ya está bien (asevera otro) de que la torre Pelli o las setas sean las únicas cosas arquitectónicas de las que opinar. Ya está bien de hablar siempre de lo mismo. La arquitectura de la ciudad es más que eso”. Modernidad (teoría) o pragmatismo, esa es la cuestión.

Convengo con el Consejo de Asesores, en Andalucía es indispensable reflexionar (teoría) con responsabilidad (social) para intervenir (acción). La arquitectura no sólo es un objeto construido en una ciudad; es con todas sus consecuencias una parte de ella (entidad). A la fea crisis actual, nos ha conducido el exceso de pragmatismo.

LA CONSTRUCCIÓN DE SEVILLA. TRADICIÓN Y MODERNIDAD (II)


Sevilla. Plaza Nueva Sevilla.

Polígono San Pablo. Espacios libres
desorientadores, abstractos


Sevilla. Avenida de San Lázaro. La Macarena

La fea Sevilla contemporánea



Sevilla La metáfora frustrada en la Plaza de la Encarnación



Arquitectura icónica y paramétrica insostenibles. Un peligro de alienación.
Sevilla, sábado 12.03.2011

miércoles, 23 de noviembre de 2011

LOS COSTOS DE UNA PLANIFICACION INEFICIENTE

Enrique Vivanco Riofrio. Dr. Arq.

La Planificación y el Ordenamiento Territorial tienen en otros países y desde hace varias décadas, unos instrumentos muy bien definidos, socialmente aceptados y eficientes, que han hecho que el uso y ocupación del suelo se haga con orden, legalidad y con preeminencia del bien común sobre el interés particular, con resultados de ciudades en donde la calidad de vida se ha incrementado de forma por demás notoria.

Los temas claves de esos instrumentos son el de las reservas de suelo necesarias para esa vida en común que significa la ciudad, la red de espacios públicos y los sistemas urbanos imprescindibles, así como la clasificación del suelo. Estos aspectos se cumplen con determinaciones a través de leyes y reglamentos que se aplican adecuadamente.

Vitoria-Gasteiz
España
Anillo Verde

En nuestro país desde que la Ley de Régimen Municipal promulgada en 1938, establecía que las urbanizaciones debían ceder el 10% del área útil para espacios verdes y cuando han trascurrido más de 70 años, seguimos pensando que con ese porcentaje de cesión tendremos una calidad de vida aceptable en nuestras ciudades.

Nuestra legislación quizá estuvo adecuada en los años 30 y 40 del siglo pasado, cuando las edificaciones de las ciudades en su inmensa mayoría, tenían únicamente uno o dos pisos. Esto empezó a cambiar con edificaciones de 10, 12 y hasta 16 pisos o más, la densidad creció de forma muy importante, y para densidades 5 o 6 veces superiores se mantuvo el 10% de cesión de suelo para áreas verdes y espacios públicos. Ahora es evidente que esas cesiones son absolutamente insuficientes para las nuevas características de las urbes contemporáneas.

Cuando las ciudades crecieron, también en extensión, aparecieron otras necesidades básicas que no se habían previsto, la de movilidad y transporte por ejemplo, sometiendo a los ciudadanos a gastar buenas cantidades de dinero en transporte y a perder una considerable cantidad de tiempo para movilizarse. Esta movilidad exige grandes espacios urbanos para estaciones de diferentes tipos, áreas de estacionamiento y mantenimiento de los vehículos de transporte público entre otros.

Barcelona
España
Estación de Autobuses Barcelona Norte

Lo que hemos podido ver en Quito, Guayaquil y la mayoría de ciudades  capitales provinciales y otras como Manta o Quevedo, es que son unas ciudades carentes de las más mínimas reservas de suelo para una serie de sistemas que comprenden no solamente suelo no edificable sino también suelo edificable, es por esto que se hace indispensable una nueva legislación que prevea las reservas de suelo para los sistemas.
Vitoria-Gasteiz
España
El Prado

Los costos de la planificación ineficiente abarcan muchos campos, el derecho de las vías es un grave problema para las obras de ampliación. Resulta que esos derechos aunque constan en la ley de caminos, los treinta y veinticinco metros que deberían haberse dejado como zona de reserva, no se han cumplido, no constan en los planes de ordenamiento territorial y ahora las expropiaciones de estas áreas tienen costos mucho más altos, pues se expropia no solamente el suelo necesario, sino viviendas y edificaciones que se han construido en el área de reserva.

De todas estas imprevisiones en Guayaquil o Quito, se han tenido que hacer grandes inversiones en suelo con expropiaciones que no estuvieron previstas para estos sistemas y reservas que si se hubieran determinado en los planes, tienen otro valor y formas diferentes de expropiación.

De esta falta de previsión para los sistemas urbanos surge también la lamentable edificación en los parques en desmedro de las áreas verdes. Como podemos ver, especialmente en Quito, de forma improvisada, se está edificando en los parques, es posible que se considere que son terrenos sin costo, cuando el eliminar áreas verdes es el costo más alto para la calidad de vida de los barrios y ciudades en donde este despropósito se comete.
Vitoria-Gasteiz
España
Parque de San Martín

El fuerte invierno que sufrimos el año pasado, dejó también una serie de lecciones y costos adicionales no previstos. La reubicación de familias que construyeron en suelo no apto, que no constaba como tal en la planificación ineficiente, con el resultado de relocalizaciones dolorosas y costosas, esas viviendas abandonadas y desarmadas, son la inversión más importante en toda su vida, de esas familias de escasos recursos.

De igual manera la “urbanización” ilegal, que no es tal porque no son terrenos urbanos, pues de ninguna manera cumplen con los mínimos requerimientos para serlo; no tienen vías de acceso adecuadas, no tienen agua potable ni alcantarillado, no tienen energía eléctrica, condiciones mínimas todas estas, para declarar urbanos los suelos. Esos costos de urbanización que asumimos todos, son también producto de la planificación ineficiente, como mínimo el 50% según ordenanzas, mientras los traficantes de tierras que las venden sin urbanizar, se frotan las manos con pingües ganancias.

Es hora de dar el siguiente paso en las categorías del planeamiento, el cambiar la escala del urbanismo para pasar de los proyectos de urbanización a los Planes Parciales, para el desarrollo de áreas de suelo urbanizable. Se hace urgente el determinar en esos planes parciales las áreas de reserva para los sistemas mencionados y otros, es de vital importancia y de interés económico y de la calidad de la vida colectiva que así se haga.
Vitoria-Gasteiz
España

jueves, 24 de marzo de 2011

LA CONSTRUCCIÓN DE SEVILLA . DEMOCRACIA Y MODERNIDAD

Con esta entrada se incorpora al Blog el Doctor Arquitecto Jorge Benavides Solís, Profesor Titular de la Universidad de Sevilla, con una serie de artículos muy interesantes sobre la ciudad, la democracia, la representatividad, la participación y la consulta pública. EVR.