jueves, 10 de enero de 2019

LA DÉCADA DE LA PREPOTENCIA. El caso de Loja

En los últimos tiempos viene siendo común leer y escuchar en los medios de comunicación además de la década ganada; la década perdida, la década robada y otros calificativos para definir con claridad y simpleza el resultado de los sucesivos gobiernos del mismo partido en esa década. Un gran analista ha mencionado también el fracaso político y ético como términos que la definirían. 

También hemos podido leer y hemos escuchado opiniones de que tuvimos un gobierno autoritario que acaparó todas las funciones y que además persiguió implacablemente a los opositores, que ahora con razón reclaman justicia. 

El Cantón Loja es un caso especial en el cual luego de una revocatoria aprobada en contra del Alcalde Castillo casi al final de su periodo con más del 70% de votos, los ciudadanos demostraron su rechazo a la prepotencia y al abuso de autoridad. 

Con un discurso, que a los lojanos convenció en varias ocasiones, que hablaba de sobreponer el interés público sobre el interés privado tuvo en el pasado la preferencia mayoritaria de la población. Esto combinado con la ejecución de obras públicas de algún beneficio. 

Una de las cuestiones por las cuales la ciudadanía estuvo mayoritariamente a favor de la revocatoria del mandato es el autoritarismo y la prepotencia de las actuaciones de quien fuera el primer personero municipal. 

En nuestra opinión también la ciudadanía lojana consideró para la revocatoria el que en muchas ocasiones, hayan prevalecido los intereses políticos personales sobre el interés general de la ciudadanía y la ciudad. Este es a nuestro juicio el pecado más grave del anterior alcalde y de una mayoría de políticos en este país. Cualquier interés público está por debajo de los intereses políticos personales del mandatario de turno, su reelección o su acceso a cargos más altos siempre están por encima de los intereses públicos. 

En Loja varios proyectos: El denominado Puerto Seco, la Central Mayorista y los Nuevos mercados, proyectos en extremo importantes para la ciudad, han sido proyectos que el alcalde y el municipio siguiendo sus directrices han paralizado o se han echado a perder por los intereses políticos particulares.

Loja lamentablemente tiene muchas dificultades para aceptar las condiciones y requisitos que los organismos multilaterales de crédito tienen para concederlos. Una de ellas y muy importante es que los gobiernos, en este caso el autónomo descentralizado de Loja, tiene muchas resistencias hacia la consultoría y los profesionales en libre ejercicio, la política permanente de acoso y rechazo a sus planteamientos y propuestas es lo que prima de manera reiterativa e infundada. 

Los organismos de crédito exigen una serie de requisitos que deben cumplir los gobiernos interesados: Términos de referencia, concursos de selección; de las firmas consultoras, en una o más instancias, y de los profesionales a cargo del proyecto, niveles del trabajo profesional de alto estándar y otros requisitos que le puedan garantizar a la entidad que obtiene el crédito la bondad de los estudios y la capacidad de retorno del crédito correspondiente. 

La resistencia que no sólo las autoridades sino también los funcionarios ponen a empresas consultoras muy calificadas y profesionales con gran experiencia, en las diferentes especialidades requeridas, es de tal magnitud y tenacidad que resultan como ya se había manifestado triquiñuelas con desconocidos fines. Cuando por el contrario una fiscalización moderna y bien intencionada debería buscar el cumplimiento de los contratos apoyando a la consecución de los objetivos y resolviendo antes que obstaculizando los inconvenientes o dificultades que siempre se presentan en proyectos grandes e importantes como los mencionados. 

La nueva administración municipal de Loja, con la misma visión y sin despojarse de los intereses políticos particulares que han estado operando a sus anchas en la administración anterior, no valora serenamente esta situación y no se despoja de ellos para poner en primer lugar los intereses de Loja. 

Hemos sido testigos directos de la aversión que las consultoras y profesionales tienen a participar en proyectos en Loja. Conocen por su propia experiencia y por experiencias ajenas las dificultades enormes que el municipio de Loja tiene para con ellas. Es demostrable la casi ninguna participación de las consultoras y profesionales en los tres proyectos mencionados. Habiendo sido además y por otro lado testigos de que la Corporación Andina de Fomento (CAF) solicitó el cambio del Coordinador y del administrador del contrato por su incompatibilidad profesional con el proyecto del Centro de Distribución y Logística Urbana (Denominado Puerto Seco). 

Loja tiene la posibilidad cierta de sacar adelante los tres proyectos, aunque por ahora estén detenidos los tres. Son proyectos que si están bien concebidos tienen todas las posibilidades de ser financiados y construidos. 

La ejecución de estos proyectos además de resolver graves problemas, tendrá una muy importante inyección financiera, creación de numerosas plazas de empleo temporales y definitivas que  beneficiarían  notablemente a la juventud lojana qué sufre la casi nula oferta de empleo en el cantón.

Para esto hace falta una visión más abierta más democrática más serena menos prepotente.  Si esto se produce, se daría por concluida definitivamente, la década de la prepotencia. Esto es al menos lo que los lojanos que vemos con preocupación el futuro de nuestra ciudad, esperamos.